Albita Rodríguez regresa al son de ‘Big Band’

En 1993, Albita Rodríguez tomó por asalto el panorama artístico de Miami e impresionó con su talento a públicos de todas partes del mundo. Artistas y celebridades como Madonna, Gianni Versace, Quincy Jones y Sylvester Stallone bailaron al ritmo de sus canciones, y su presencia revitalizó el escenario cultural de nuestra ciudad mientras con su criolla y sofisticada imagen ponía de regreso la moda de la guayabera. 

Carlos A. Martín

Siendo una de las mayores exponentes de la música cubana y después de haber recorrido el planeta con su arte, la intérprete sigue demostrando por qué su éxito no ha sido fruto del azar o de una favorable alineación de los astros. “No hay trucos en esta carrera. Existe la autenticidad, la perseverancia y la devoción por la música”, afirma convencida durante una entrevista con el Nuevo Herald.

Más de una docena de discos grabados, dos premios Latin Grammy y un premio Emmy avalan el trabajo de la cantante, quien ahora presenta un nuevo álbum en formato Big Band que contiene temas clásicos del cancionero latinoamericano que de alguna forma están relacionados con la Habana de los años cincuenta y ha sido producido con gran acierto por París Cabezas, Yorgis Goiricelaya, Liván Mesa y la propia Albita.

“Siempre tengo motivos para grabar música de nuestros países —afirma. Nuestra cultura está llena de valores únicos, y este disco es un reflejo de toda esa herencia y de aquella Habana maravillosa que recordamos a través de nuestros padres y nuestros abuelos”.

En estos tiempos marcados por el empeño en producir ritmos comerciales “que funcionan” a nivel de ventas, la cantante cubana se aleja de las tendencias estridentes y se apega a la tradición con un disco que muestra su madurez en la forma de retomar canciones “del pasado”. “Hay que mantener un compromiso con uno mismo y la convicción de hacer el trabajo con calidad, no para complacer a un mercado sino bajo la premisa del respeto y la dignidad”, sostiene la artista.

albita inside 2

Albita —el título de su nuevo material— arranca con fuerza con “Quién pero quién”, una canción de Juan Arredondo en la que la cubana se entrega con el alma abierta demostrando que no hay género que se le resista. En esa misma línea destacan, además, un excelente popurrí de boleros de Juan R. Márquez y “Love”, una canción inmortalizada por Frank Sinatra en su versión original.

Los excelentes arreglos musicales de Yorgis Goiricelaya y Liván Mesa definen desde el principio un disco hecho con referencias al espíritu de Pérez Prado y mantienen una base rítmica apoyada en la brillantez de las grandes orquestas de la época. “Hemos contado con un grupo de músicos jóvenes y muy talentosos que le han aportado una sonoridad actual y renovada a los temas”, comenta Albita, y agrega que fue “indispensable retomar la banda y el sonido análogo para darle el lugar que se merece a cada músico”. París Cabezas es, además de coproductor del disco, un importante ingeniero de sonido que trabajó la microfonía y reconstruyó una máquina de cinta característica de la época para “evitar todos los procesos digitales y grabar a partir de procesos absolutamente análogos”.

El nuevo material, sin duda un trabajo meticuloso y novedoso, cuanta además con colaboraciones de destacadas estrellas de la música latina, tales como la cantante mexicana Ana Gabriel y la puertorriqueña Ednita Nazario, el brasileño Alexander Pires y Rafael “El pollo” Brito, de Venezuela. “Poder grabar con todos estos artistas ha sido un sueño hecho realidad”, asegura Albita. “Cada uno de ellos aportó su sello de identidad con su talento, y me siento realmente feliz con los resultados”.

El primero de los dúos del disco es “País tropical”, un clásico de la música brasileña compuesto por Jorge Ben Jor e interpretado con picardía por Pires y Albita. La canción con un toque cha-cha-chá es el preámbulo perfecto a un sabroso homenaje al gran músico cubano Beny Moré que cuenta con la valiosa intervención de Barbarito Torres en el laúd e incluye “A romper el coco”, “Babarabatiri” y “Se te cayó el tabaco”, tres temas en los que Albita se mueve con brillantez al ritmo de las claves y el tres en el territorio que mejor conoce.

“Perdón”, de Pedro Flores, es el marco perfecto para unir las voces de Ana Gabriel y Albita en una versión intimista y desgarrada del famoso bolero, mientras “Loca”, un tema de Máximo Rivera, propicia un simpático diálogo musical con Ednita Nazario que resulta en un homenaje a Mirta Silva, cantante puertorriqueña que dejo una importante huella en la música cubana de los años cincuenta. Precisamente sobre la experiencia de participar en el disco, Ednita afirma que “grabar con Albita ha sido un agasajo total. Nos conocemos y admiramos desde hace mucho tiempo, y aunque venimos de cantar géneros distintos nos une nuestra esencia caribeña”. El último de los dúos, el de Albita junto al “Pollo” Brito, es un justo reconocimiento a la música del compositor venezolano Simón Díaz con el tema “El becerrito”.

El álbum reserva para el final “Mis congas”, un rítmico popurrí de clásicos del género que han puesto a bailar a varias generaciones de latinoamericanos y que permite a Albita hacer un guiño directo a la nostalgia, mezclando con habilidad, respeto y elegancia universos musicales que nunca han dejado de alimentarnos y logrando, entretanto, un producto no solo hermoso sino también necesario.

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *