Billie Eilish, el faro oscuro de una generación

La joven artista llega al Sant Jordi Club convertida en icono de mujeres adolescentes rebeldes

Hubo un tiempo, tampoco tan lejano, en que los grupos y artistas llegaban a la fama tras meses y meses e incluso años y años de lanzar discos, girar sin parar, etcétera. Los tiempos han cambiado. Los ciclos han cambiado. Por eso a nadie debería extrañar que este sábado, día 9, actúe en el Sant Jordi Club –tras agotar de forma súbita las entradas para su bolo en La [2] de Apolo– una artista de 17 años sin álbum en la calle.

En honor a la verdad, tampoco es que Billie Eilish sea una recién llegada. Las primeras señales sonoras de esta californiana llegaron en el 2015, cuando subió a SoundCloud un par de canciones compuestas con su hermano Finneas, uno de sus teloneros este sábado, por cierto. A la tercera fue realmente la vencida: ‘Ocean eyes’, una canción creada para su profesora de danza, acumulaba en breve millones de escuchas.

Pero fue otro single posterior, ‘Six feet under’, el que empezó a establecer realmente su estilo: un pop taciturno, triste pero desafiante, con patrones rítmicos heredados del hip hop y una voz que puede adquirir suntuosidad blues. Entre el seductor desapego vocal de Lana Del Rey y el empoderamiento y el barniz electrónico de Lorde, Eilish (apellido real: O’Connell) se abría paso con astucia en el paisaje del ‘dark pop’ del siglo XXI.

‘Dark’ sobre todo en las letras. Billie ha reconocido su poco interés por las canciones de amor. Pasa de los ‘te quiero’; prefiere los ‘te odio’ o ‘haces que me odie’. Pasa bastante de la dulzura y de esa genuflexión ante el amor romántico que se presuponen a las mujeres, algo que ha calado hondo en una generación de chicas jóvenes sin ganas de complacer a nadie más que a sí mismas.

Asesinas en serie y monstruos bajo la cama

Ella prefiere, por ejemplo, ponerse en el pellejo de una asesina en serie, como en la canción ‘Bellyache’. «La gente cree que tienes que componer sobre aquello por lo que pasas, y que no puede ser otra cosa; y eso es tan falso», dijo a la revista ‘Billboard’. «No tienes que estar enamorada para componer una canción sobre estar enamorada. No tienes que odiar a alguien para componer una canción sobre el odio. Componer música es como escribir un libro».

En el reciente single ‘Bury a friend’, Eilish canta desde la perspectiva del monstruo que hay debajo de su cama, que según ha confesado… Es ella misma, por ser su propia peor enemiga. La canción es el tétrico avance de, ahora sí, un primer álbum cuyo título se traduciría como ‘Cuando nos dormimos, ¿a dónde vamos?’ y que promete tener un sonido más de atractiva pesadilla que de ensueño. Así es Billie.

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