El Barça otra vez en cuartos

El Barça tira de eficacia para eliminar al Nápoles y meterse en ‘la final a ocho’ de Portugal, donde se enfrentará al Bayern de Múnich el viernes 14 de agosto

Por Joan Domènech

El Barça seguirá jugando en la temporada más larga de la historia. Autocrítica, examen de conciencia y propósito de enmienda han regenerado al equipo para recuperar las expectativas de culminar la temporada con un trofeo. Con el más cotizado. El que persigue cada vez más obsesivamente Lionel Messi.

Perdió el Barça la Liga en julio en un clima de guerra civil pero inmediatamente después el capitán azulgrana restableció la paz al calibrar que en cuatro partidos podía ser campeón de la Champions. Ya son tres después de eliminar al Nápoles con más apuros de los que indica el marcador (3-1). El próximo será el viernes 14 de agosto –una fecha propia del trofeo Joan Gamper- ante el Bayern de Múnich en el estadio La Luz de Lisboa (21 horas).

Silencio en el himno de la Champions

Se clausuró el Camp Nou hasta septiembre, Vacío, aunque no silencioso por los gritos y los alaridos que recorrieron las cuatro esquinas del césped. Algunos desde los banquillos, así de incierto y emocionante se veía el duelo, que el Barça acabó encerrado en su área. La quietud solo imperó mientras sonaba el himno de la Champions, silbado con devoción por la hinchada desde el 2015.

Messi empezó la guerra, Messi ofreció la tregua y Messi compró los billetes para volar el jueves a Portugal. Marcó un gol y le anularon otro y lideró con su actitud al equipo, que sigue tan escaso de fútbol que le niega la condición de favorito ante el campeonísimo alemán. Donde está cedido Philippe Coutinho, despedido hace un año. Donde todavía está Thiago Alcántara. Donde marca el máximo goleador de la competición, Robert Lewandowski.

Setién, feliz por el armisticio decretado por el líder del Barça, dijo que había preparado el partido a conciencia, aunque el césped lo negó. Como nunca se había estudiado a un rival como el Nápoles, aseguró, pero el Barça solo fue mejor en el área. A fin de cuentas, donde importa. Máxime cuando se trata de eliminatorias directas, que es la tesitura en la que se encuentra el Barça. Metió tres goles en tres remates y se echó a vivir de las rentas.

La ridiculez del VAR

La ridiculez del procedimiento del VAR también continúa con la reanudación de la Champions. Se vio el viernes, se vio el sábado y se verá en Portugal. El árbitro turco Cüneyt Çakir no contrastó con las imágenes el aviso de su colega de una imperceptible mano de Messi en el 3-0, pero sí acudió hasta la pantalla para confirmar un catedralicio penalti de Koulibaly a Messi. Tan dolorido quedó el capitán que ni siquiera pudo chutarlo. Lo hizo Suárez. Salió tras el descanso y eliminó el miedo a una hipotética lesión.

Alimentó, al tiempo, el miedo del Bayern. Será el cuarto duelo eliminatorio en 12 años, el primero a un partido, y en todos ha participado Messi. El último precedente data de la campaña 2014-15. De la semifinal en la que el Barça de Luis Enrique goleó al Bayern de Pep Guardiola por 3-0 en el Camp Nou y sucumbió por 3-2 en Múnich. El Barça se coronó luego campeón en Berlín, el último día de vino y rosas en Europa.

Números apabullantes

Todavía están lejos, por más que Lisboa sea la próxima estación. Con renovada ilusión viajará el Barça, sin perder tampoco toda la precaución. Puede ser una estancia breve. El Bayern, un grande de Europa, es el equipo más en forma del continente tras haber ganado los 12 partidos que ha disputado tras el particular confinamiento de Alemania. El más temible, tras las despedidas del Liverpool –hace meses- el Madrid y la Juventus, que sucumbieron el sábado. Los números son apabullantes.

Lo son siempre en Alemania, donde no tiene rival tras haber conquistado el decimotercer doblete de Liga (la octava consecutiva) y Copa. Y lo son este año en Europa. Después de despedirse en octavos en la pasada campaña, cuenta todos los partidos por victorias: hizo el 6 de 6 en la fase de grupos, que solo lo habían conseguido seis equipos antes en toda la historia, y le cascó un 0-3 al Chelsea en la ida, con lo que a la misma hora disputaba un partido de entrenamiento, que saldó con otro triunfo por 4-1.

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