El Liverpool pone a prueba la restauración del Real Madrid

El equipo de Zidane afronta la ida de cuartos de final de la Champions en un buen momento de forma ante un viejo enemigo

Arrancan los cuartos de final de la Liga de Campeones con el Real Madrid como único representante de La Liga, de nuevo con la aspiración de ganar dos títulos ya en primavera, aunque haya sido después de un año complicado y plagado de críticas. “Se nos ha infravalorado, pero confío mucho en mi equipo, sé lo que puede dar. Nosotros nunca damos las cosas por perdidas. Ha habido momentos complicados, pero no significa nada”, replicó un Zidane satisfecho y confiado ante el reto que se le presenta por delante.

El técnico francés es el obrador de un nuevo milagro madridista, al mando de una plantilla sin renovación, sin fichajes y que, después de meses de malas sensaciones y una acumulación ingente de críticas, se ha visto metida de lleno de nuevo en una pelea por La Liga con la connivencia del rendimiento irregular del Atlético y que, en Europa, reedita ante el Liverpool la última final europea que ganó, en 2018, después de superar los octavos de final tras dos temporadas eliminado en la primera eliminatoria.

El reencuentro de dos viejos enemigos pone a prueba la restauración del Real Madrid como aspirante a una Champions en la que ha pasado momentos complicados, como en La Liga, pero en la que sigue vivo y con las opciones todavía intactas. “Ya lo dijo el entrenador hace varios partidos: por lo menos, tenemos el derecho a que nos dieran la oportunidad de pelear por La Liga y por la Champions. Nos merecemos respeto”, dijo Nacho parafraseando el discurso airado de su técnico en febrero, que ha precedido a la buena dinámica blanca de los últimos partidos.

La buena dinámica del Madrid

Desde aquella proclama exacerbada de Zidane, el Madrid resolvió la eliminatoria europea ante el Atalanta y solo se ha dejado por el camino dos empates en La Liga, ante la Real Sociedad y el Atlético. Siempre a cuestas con sus problemas de efectividad goleadora, sustentado en un Benzema en plena forma, el equipo blanco ha ganado ocho de sus últimos diez compromisos ligueros, todo sin un Sergio Ramos cuya ausencia venía siendo sinónimo de problemas y derrotas para el Madrid. Con el recurso de la defensa de tres centrales, que ya empleara Del Bosque para ganar la Copa de Europa del año 2000, Zidane ha encontrado la forma de extender sin su capitán una seguridad defensiva que le permite potenciar a un Modric que, junto a Casemiro y Kroos y durante al menos una hora en cada partido, maneja con maestría el juego.

El que sigue sin estar disponible es Hazard, pese a que ya acumula dos entrenamientos con el grupo tras una nueva lesión muscular: “Lo importante es que esté tranquilo con su vuelta y que esté totalmente recuperado. Nunca va a volver un jugador que no esté bien”, insistió Zidane en su discurso habitual con las lesiones del belga. La novedad en la lista de convocados es Fede Valverde, que no apunta a titular en el sistema de cinco de un Zidane que tiene que lidiar con las ausencias de Sergio Ramos y Carvajal.

El recuerdo de 2018

Entre el recuerdo de la final perdida y con el poso de haber sido campeón al año siguiente, el Liverpool llega a Madrid en su peor temporada desde que ocupa el banquillo el alemán Jurgen Klopp, en plena lucha por no quedarse fuera de los cuatro primeros de la Premier League. «Esto no tiene nada que ver con 2018, no puedo recuperar la rabia de ese momento, ni lo he intentado. Lo que he hecho es preparar a mi equipo para demostrar lo bueno que somos», dijo Klopp en la previa.

Así las cosas, la competición europea se antoja como la gran oportunidad del equipo inglés para conseguir un éxito este curso pandémico, en el que ha encontrado más regularidad y mejores resultados en la Champions que en su campeonato doméstico. Sin embargo, el fin de semana goleó al Arsenal en liga con dos tantos del portugués Diogo Jota, una alternativa al inamovible tridente que le llevó a ser campeón de Europa y de la Premier: Salah, Mané y Firmino.

El innegable poderío ofensivo de los ingleses, con la incorporación de Thiago en el centro del campo, choca directamente con sus problemas en defensa, porque tiene todas las bajas concentradas en esa zona del campo. Sin sus tres principales centrales, y sin el capitán Henderson, Klopp tendrá que disponer en Valdebebas una línea de retaguardia de circunstancias que, aún así, acumula tres partidos sin recibir gol: “Va a ser un gran reto para la defensa, nos van a exigir mucha organización atrás”, reconoció el técnico alemán.

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