El silencio de Neymar: 25 millones tienen la culpa

El delantero estaría pendiente de cobrar una prima pactada con el Barça cuando renovó antes de anunciar su decisión de irse al PSG

‘El show de Neymar’ va avanzando hacia el desenlace y las emociones se disparan. El principal protagonista del serial parece haber sucumbido a los nervios por la necesidad de tomar una decisión crucial en su carrera y una trifulca con Nelson Semedo en el entrenamiento del jueves lo confirmaría. Mientras el futbolista calla, el padre Neymar anda a la expectativa de lo que discutan el Barça y el París Saint Germain en la negociación, tasada sobre la base de los 222 millones de euros que figuran en la cláusula liberatoria del futbolista.

El dinero ya está sobre la mesa. Como ha sido desde el primer día y lo será hasta el último. Si los Neymar siguen el procedimiento de pagar la cláusula, Hacienda les podría reclamar el pago del IRPF, con lo que la cantidad se dispararía hasta acercarse a los 300 millones.

Si se pacta un traspaso de 222 millones con el PSG, no habría un sobrecoste adicional para el club francés. El club azulgrana, por tanto, podría exigir el pago de la cláusula a Neymar y, a la vez, negociar con el PSG un precio más alto para que el jugador se ahorre parte del IRPF. El fracaso de la operación dejaría en muy mal lugar al astro brasileño de cara a la hinchada y, presumiblemente, tampoco él se quedaría de buen grado en el Camp Nou, como si no hubiera pasado nada.

«No creo que 200 o 300 millones sean más beneficioso que contar con Ney en el equipo», ha confesado esta noche del viernes Andrés Iniesta, repitiendo el mensaje solidario del vestuario con su compañero. En el mismo sentido se ha pronunciado Luis Suárez, que también le reclama, como el capitán, que se decida. «Cuanto antes, mejor», ha sentenciado el uruguayo.

Neymar espera acontecimientos. Los esperará hasta el lunes. La razón de su silencio podría radicar en un bonus de 25 millones que pactó cuando firmó su renovación, en octubre pasado, y que tiene pendiente de cobro del Barça. La cantidad debe hacerse efectiva antes del 31 de julio. El club azulgrana interpreta que dilata su decisión para percibir esos 25 millones y después decantarse por el PSG.

El elemento clarificador llegó desde la otra parte del mundo. Desde Shanghái, donde esperan a Neymar para una serie de actos promocionales. CTrip, la agencia de viajes online más grande de China, canceló un encuentro el mismo lunes entre el futbolista y aficionados, que habían pagado 25 euros por verle, expuso que «Neymar y su equipo estaban ocupados arreglando temas de un traspaso” y no podían asegurar que acudiera. La empresa garantizó la devolución de las entradas y las indemnizaciones que correspondieran. El Barça negó esta cancelación y señaló que «Neymar no se había comprometido a asistir a otro acto que no fuera el que el club tiene programado con la marca de ropa Replay».

Tal vez sea el haber llegado a la situación incontrolable de depender de terceros, de los directivos de ambos clubs, lo que ha excitado los ánimos de Neymar, impecable hasta ahora en el terreno de juego. Tres goles en dos partidos (los tres del Barça, dos a la Juventus y uno al Manchester) reforzaban la entereza psicológica del jugador. Pero la tensión se escapó en el momento menos esperado.

En un lance del primer entrenamiento del Barça en la Universidad de Barry. En una jugada aparentemente inocua, con Semedo acosando por detrás a Neymar, tratándole de quitar el balón sin patadas ni golpes, provoca la airada reacción del brasileño.

El pobre Semedo, recién llegado al equipo azulgrana hace una semana, se aleja del lugar pero Neymar sigue tras él pidiéndole explicaciones. Busquets trata de contener al delantero y Mascherano le reconforta con una palmada cuando éste se quita el peto y se marcha del entrenamiento.

Las imágenes fueron grabadas por un aficionado y publicadas por el diario británico ‘Daily Mail’. Pertenecen a un entrenamiento a puerta cerrada. El club desalojó a los periodistas tras el primer cuarto de hora, como siempre, durante el calentamiento y los rondos, y los aficionados pudieron seguir la sesión mirando a través de las vallas. Lo que las imágenes no desvelan es si Neymar se va del campo por su propia voluntad o despedido por Ernesto Valverde. Se marchó enfadado, hasta que se disipó el calentón en la ducha.

“Creo que seguirá con nosotros, porque no se ve nada diferente en él: no ha cambiado en nada y en los partidos va al cien por cien. ‘Ney’ ya sabe que es una parte muy importante de nuestra familia y nota ese cariño que no recibirá en ningún lado”, había explicado Ivan Rakitic minutos antes del lance entre Neymar y Douglas.

Nada ha cambiado según observa Rakitic en el grupo, pero no así en el palco. La situación empieza a ser insostenible por la indefinición. El Barça no sabe si va a perder el jugador, el PSG no sabe si lo va a tener y los Neymar no se han decidido.

“Al final, quienes deciden son los jugadores”, lamentó hace días Josep Maria Bartomeu, el presidente del Barça, en una entrevista al The New York Times, empezando a temer por un desenlace indeseado.

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