La reina de los divorcios de Hollywood Laura Wasser llevará el de Angelina Jolie y Brad Pitt

Por su famoso despacho de Los Ángeles también han pasado Antonio Banderas y Melanie Griffith, Johnny Depp y Amber Heard o Jennifer Garner y Ben Affleck

Las diferencias irreconciliables que han acabado con el matrimonio más deseado de Hollywood, el de Angelina Jolie y Brad Pitt -12 años juntos y 6 hijos en común; 3 biológicos y 3 adoptados-, puede que se convierta en breve en otro ‘nuevo divorcio más caro del siglo’. Por si acaso la protagonista de ‘Tomb Raider’ ha vuelto a ponerse en manos de Laura Wasser, la reina de los divorcios de las ‘celebrities’ de Los Ángeles, que ya se ocupó de la separación de Jolie con Billie Bob Thornton, en el 2003. Es el segundo caso de «alto perfil» (millonario) que cae en su manos («de hierro») en cuestión de semanas, ya que Wasser, de 48 años, es la misma letrada que ha representado a Johnny Depp en su divorcio de Amber Heard.

Desde que en 1993 llevase su primer caso de divorcio, el suyo propio, esta madre soltera de dos hijos -convive con su novio pero prefiere no casarse de nuevo- no ha dejado de ganar dinero en el próspero negocio de las separaciones de las ‘celebrities’.

Aseguran que su tarifa ronda los 800 euros la hora y que no coge a ningún cliente que no tenga 10 millones en el banco.

El de Jolie y Pitt será un divorcio complicado, a pesar de la cláusula prematrimonial que ambos firmaron al casarse hace un par de años. Entonces acordaron que ambos protegerían las fortunas que habían generado por separado a lo largo de sus carreras profesionales: él 240 millones de dólares y ella 185; además, había una cláusula en la que en caso de divorcio la custodia de los hijos sería para la actriz. Esta medida solo sería tomada si el motivo de la separación era una infidelidad de Brad Pitt, como parece ser que apuntan varios medios, que señalan a la francesa Marion Cotillard y el rodaje de la película ‘Aliados’ como causantes de la tragedia.

Pero Wasser, licenciada en Berkley y considerada una de las mujeres más poderosas de EEUU (‘Elle USA’, 2012), está curtida en procesos matrimoniales difíciles, de esos en los que hay que partir fortunas millonarias.

Por su lujoso despacho de Los Ángeles (Wasser, Cooperman & Mandles) también han pasado Antonio Banderas y Melanie Griffith, Tom Cruise y Nicole Kidman, Maria Shriver y Arnold Schwarzenegger, Britney Spears y Kevin Federline, Jennifer Garner y Ben Affleck, Ashton Kutcher y Demi Moore, y, más recientemente, Johnny Depp y Amber Heard.

Su padre también fue un abogado de prestigio entre los famosos. Él se ocupó de los divorcios de Mia Farrow o Clint Eastwood, entre otros.

Tiene un libro sobre cómo divorciarse sin destruir a la familia ni quedarse en la bancarrota y aún debe de estar tirándose de los pelos porque ni Angelina Jolie ni Brad Pitt han seguido su consejo de anunciar su separación un viernes por la tarde para aprovechar la desbandada de fin de semana de las redacciones.

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