Leo Messi se queda en el Barça

El capitán azulgrana desea eludir la batalla judicial contra el club, pero no renueva como pedía Bartomeu

Por Marcos López / Joan Domènech

Leo Messi ha tomado la decisión. Se quiere ir, pero no puede. Se queda. En contra de su voluntad, y al no tener salida para abandonar el club donde lleva 20 años de su carrera, se queda. No quería ir tampoco a la vía judicial para abandonar el Barça para no entrar en más conflictos, aunque sostiene que le asistía la razón legal.

Así se lo ha comunicado a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), seguro de que esa cláusula de salida de 700 millones de euros para acogerse a la cláusula de salida. Pero no quería enfrentarse al Barça en los tribunales. Y, al final, continuará en el Camp Nou, poniéndose a las órdenes de Ronald Koeman la próxima semana.

Atrapado como estaba, tras un desconcertante y erróneo plan, Messi ha escogido la vía de la continuidad, aunque ha querido criticar, en un comunicado / entrevista emitido por Goal. «Jamás iría a juicio contra el club de mi vida, por eso me voy a quedar en el Barcelona», ha argumentado

Diez días después de enviar un burofax a las oficinas del Barça alegando que rescindía, y de manera unilateral, su contrato, y cuatro horas después de replicar a LaLiga, Messi ha decidido agotar el año de contrato que le resta, consciente de las dificultades jurídicas que suponía su marcha.

El City lo esperaba libre. Pero no quería entrar en una batalla legal con el Barcelona, que podría incluso demorarse varios años. Ante este enrevesado panorama, Messi no se va del Barça, aunque antes quiso decir que se podía ir libre.

Leo Messi ha dejado en la entrevista las razones de su deseo de irse, trufado de comentarios hirientes hacia el presidente Bartomeu. «Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí».

«Fue un año muy complicado -agrega Messi-, sufrí mucho dentro de los entrenamientos, en los partidos y en el vestuario. Se me hizo muy difícil todo y llegó un momento que me planteé buscar nuevos objetivos, nuevos aires. No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”.

En la entrevista, el argentino es extremadamente crítico con la política deportiva del Barça en los últimos años. «Siempre dije que quería acabar aquí y siempre dije que me quería quedar aquí. Que quería un proyecto ganador y ganar títulos con el club para seguir agrandando la leyenda del Barcelona. Y la verdad que hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas. Como dije antes siempre pensé el bienestar de mi familia y del club».

Se lo ha pensado mejor y no se va, como era su intención inicial. Se queda, pero no renueva como pretendía el presidente Josep Maria Bartomeu porque desea ser dueño de su destino a partir del próximo 1 de enero. Ha vuelto al Barça, ya se había ido desde hacia casi dos semanas sin acudir a los entrenamientos con Koeman, en contra de su voluntad.

Ha repetido el capitán lo que ya hizo en su día con la selección argentina. Abandonó en dos ocasiones (2016 y 2018) la zamarra albicelete y, al final, siempre volvió.

Se fue del Barça durante casi 15 días, marcados por la tensión y los desencuentros. Pero en el último instante, retorna para ponerse a las órdenes de Ronald Koeman, quien lo espera con los brazos abiertos en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Ante la enorme complejidad de salir gratis como él entendía que se contemplaba en su relación contractual con el club azulgrana y al comprobar que ningún club (el City de Guardiola era el mejor colocado) quería exponerse a un litigio judicial, Messi ha decidido seguir en el Barça.

Lo hace, no obstante, después de emitir un primer comunicado de protesta a Javier Tebas, firmado por su padre y representante, Jorge Messi, en el que se alegaba que es libre de decidir su futuro y que no hay cláusula de 700 millones que valga.

Nuevo escenario en marzo

Sigue un año como le exige su contrato más para a partir del mes de enero ser dueño absoluto de su futuro. Dentro de cuatro meses, el capitán azulgrana podrá negociar con quien quiera y como quiera. Y en marzo sabrá, además, quien será el nuevo presidente del Barça porque están convocadas las elecciones.

El panorama resultará mucho más clarificador para Messi que el actual, a pesar de que había insistido en irse este mismo verano, cansado de sus largos desencuentros con Josep Maria Bartomeu, cuyo mandato expira a final de esta temporada.

El presidente ha logrado retener al astro argentino, aprovechando la errática hoja de ruta que ha diseñado este. Quiso irse Messi sin tenerlo todo controlado para conseguir su marcha. Por eso, se queda.

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