Antes de finalizar el año, el Rey Felipe VI de España será testigo de un acontecimiento político en México: la toma posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de ese país, acto que se celebrará el próximo 1 de diciembre y para el cual han sido invitados varios jefes de estado de diversas naciones del mundo.
Este evento político cobra gran relevancia, pues será la primera vez en la que el Rey asista a la toma de posesión de un presidente iberoamericano, desde su ascenso al trono en 2014, aunque lo hizo con anterioridad cuando era Príncipe de Asturias.
La noticia de la visita del Rey Felipe VI a México fue confirmada por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, durante un encuentro con el canciller mexicano Luis Videgaray en la ciudad de Madrid. “Puedo darlo por seguro, salvo imprevisto que ahora no puedo prever, que será el Rey el que presida la delegación…”, dijo Borrell en declaraciones retomadas por la agencia Notimex. La estrecha cercanía de México con España se respalda por la intensa relación económica que mantienen ambas naciones, sin dejar de mencionar los lazos culturales que se han fortalecido a lo largo de todos estos años.
En esta ocasión la dinámica ha sido diferente, pues durante los últimos años el Rey Juan Carlos I, su padre, era el encargado de asistir a los relevos de los mandatarios, aunque en agosto pasado decidió no hacerlo por problemas en una muñeca. Las actuales decisiones que han sido tomadas, consideran que sea Felipe VI quien acuda a las tomas de posesión de los mandatarios en Iberoamérica, pues se considera que él representa la imagen de la España de hoy.
La agenda del Rey Felipe también considera un viaje por Guatemala previo a su paso por México, para participar en la Cumbre Iberoamericana de Antigua. Cabe mencionar que es el Consejo de Ministros español el que decide, caso por caso, cómo se define la representación de España en las tomas de posesión.
Fue el 29 de junio de 2015 cuando el Rey Felipe y la Reina Letizia hicieron su primera visita oficial a México, a punto de que se cumpliera un año de su proclamación como reyes de España. En aquella ocasión, y ya con Enrique Peña Nieto como Presidente de México, fueron los protagonistas de una ceremonia de bienvenida en el Campo Marte de la capital, así como de un encuentro en la Residencia Oficial de Los Pinos, y una cena de gala que se ofreció a los monarcas en Palacio Nacional.
