WASP-104b, bienvenidos al siniestro planeta negro

Hallan a 466 años luz de la Tierra un mundo color carbón, uno de los más oscuros que se conocen

Por José Manuel Nieves

A 466 años luz de la Tierra, los astrónomos han encontrado uno de los mundos más oscuros descubiertos hasta ahora. Tanto, que en un artículo recién aparecido en arxiv.org comparan su color al del carbón.

WASP-104b es un planeta gaseoso y gigante, del tamaño de nuestro Júpiter, y orbita alrededor de su estrella una vez cada 1,75 días. Pero a diferencia de Júpiter, que está muy lejos del Sol, este mundo gigante está tan cerca del suyo que la intensa radiación emitida por la estrella ha «barrido» por completo toda su atmósfera y nubes, dejando que elementos como el sodio y el potasio emerjan hasta la superficie neblinosa y ardiente (más de 1.200 grados centígrados) que envuelve al siniestro planeta.

Ambos elementos, sodio y potasio, son capaces de absorber hasta el 99 por ciento de la luz que refleja la superficie de WASP-104b, algo que ha permitido colocar este mundo al principio de la breve lista que conforma la categoría de «planetas oscuros» que manejan los científicos, aquellos que apenas reflejan luz.

«De todos los planetas oscuros que he podido encontrar en la literatura científica -afirma Teo Mocnik, de la Universidad de Keele en Newcastle (Reino Unido) y director de la investigación- este está entre los cinco primeros. Diría incluso que entre los tres mejores».

Pero, ¿cómo encontrar un planeta negro en medio de la oscuridad del espacio y a tanta distancia de la Tierra? Por su sombra. De hecho, cuando un planeta cruza por delante de su estrella (lo que en Astronomía se denomina «tránsito»), oculta una pequeña parte de su luz, revelando así su presencia de la misma forma en que lo haría una mosca pasando por delante de un foco encendido.

WASP-104b fue descubierto en 2014 como parte del proyecto Wide Angle Search for Planets (WASP, de ahí su nombre), pero entonces pareció que se trataba de un gigante de gas caliente bastante típico. Uno que, eso sí, destacaba entre los demás por la velocidad de su órbita, superior a la del resto de los planetas gigantes de la categoría «Júpiter calientes», que se caracterizan también por ser capaces de rodear sus estrellas en apenas unos días. Sin embargo, en ese momento no fue posible descubrir nada que diera una pista sobre el aspecto de ese planeta recién descubierto.

Púrpura sobrecogedor

Solo más tarde, el Telescopio Espacial Kepler pudo identificarlo como parte de un subgrupo más raro de Júpiter calientes. Uno compuesto por planetas que absorben mucha más luz de la que reflejan. Fue entonces cuando los astrónomos se dieron cuenta de que WASP-104b podría ser, incluso, el mundo más oscuro jamás visto hasta ese momento. Kepler registró repetidamente el período anterior y posterior a su tránsito, una técnica que puede arrojar pistas sobre el planeta en sí, incluida la cantidad de luz que se refleja en él. Y la respuesta fue… prácticamente ninguna.

Sin embargo, si pudiéramos viajar hasta WASP-104b para verlo con nuestros propios ojos, probablemente comprobaríamos que su color no es absolutamente negro, sino que desprende tenues reflejos púrpuras o incluso rojizos. Un espectáculo que sería ciertamente sobrecogedor.

Los investigadores confían en que la próxima generación de telescopios, entre ellos el James Webb, que sustituirá al Telescopio Espacial Hubble en 2020, tendrán la sensibilidad y la resolución suficientes como para mostrar directamente el aspecto de planetas como este, y determinar si, efectivamente, se ven tan oscuros como los datos parecen indicar.

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