¿Por qué se acusa de nazi a Zozulya?

«Solo es un patriota ucraniano», defiende su representante, aunque algunas fotos con indumentaria paramilitar comprometen su ideología

¿Es Roman Zozulya un nazi tal como lo señalaron el domingo desde la grada de Vallecas? «No es un nazi, solo es un patriota ucraniano», defiende su representante Vladimir Kuzmenko. Si bien es cierto que varias fotografías con uniforme paramilitar lo comprometen, desde diversas fuentes lo sitúan en el centro de una campaña de descrédito impulsada por medios estatales rusos de financiar a grupos paramilitares ultraderechistas. La agencia de noticias Sputnik y el canal de televisión Russia Today (RT) realizaron diversas informaciones para asociar el nacionalismo ucranio con la ideología neonazi.

Zozulya (Kiev, 17 de noviembre de 1989) nunca ha escondido su profunda convicción nacionalista ucraniana y se ha mostrado públicamente a favor de recuperar las provincias ucranianas que han estado en poder de los rebeldes prorrusos. El delantero llegó al Betis en agosto del 2016. Aterrizó en Sevilla con una camiseta con el escudo ucraniano, que erróneamente se asoció a grupos de extrema derecha.

Más de 30 veces internacional con Ucrania, Zozulia es cofundador de la Fundación Narodna Armiya (Fundación del Ejército del Pueblo), una organización que formaba parte del movimiento civil voluntario que asistía a las Fuerzas Armadas de Ucrania que luchaban en el interior del país y su función principal era proveer a los militares con ropa y comida, así como ayudar a sus familias. El futbolista fue condecorado en el 2016, antes de llegar a España, por el Gobierno de Ucrania por «defender a su país del separatismo».

Zozulia llegó a fotografiarse con miembros del ejército ucraniano y hasta posó con un fusil en la mano, de ahí que se le identifique y se le considera como una persona de ideología nazi, pero también existen otras imágenes del jugador asistiendo a la población civil y familiares de militares. Él siempre ha negado formar parte de formaciones paramilitares. Asimismo subastó varias medallas conseguidas en su etapa en el Dnipró (tanto de Europa Liga como de Liga ucrania) para destinar los beneficios a los combatientes y a la población civil que se encontraba en zona de guerra.

La embajada de Ucrania emitió este lunes un comunicado donde consideró que la reacción de la grada de Vallecas fue «una provocación» y que las acusaciones contra Zozulia eran «infundadas». Asimismo, el presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol, Andrïï Pavelko, indicó que la reacción del sector del público de Vallecas fue «de un ‘hooliganismo’ brutal y una incitación a la xenofobia». En el 2017, cuando estalló el primer brote con acusaciones neonazis hacia el jugador, el ministro de Exteriores ucranio, Pavlo Klimkin, acusó directamente a la propaganda rusa de la campaña contra el futbolista y de manipular la información.

El domingo fueron los ‘Bukaneros’ del Rayo quienes gritaron reiteradamente que el futbolista era un nazi y al final los jugadores del Albacete se plantaron lo que motivó la suspensión del partido. Futbolísticamente comenzó en el Dnipró Dnipropetrovsk para pasar luego al Betis antes de ser cedido al Rayo. En su etapa con el club madrileño es cuando se fomentó la campaña en contra suya acusándolo de ser neonazi, lo que el futbolista desmintió. Algunos medios españoles apoyaron la defensa a Zozulia aunque destacaron que en el movimiento que él había fundado sí había un porcentaje de elementos de extrema derecha.

Solo estuvo unas semanas en el Rayo antes de regresar al Betis en febrero del 2017. Llegó como gran reclamo en el mercado de invierno pero la afición radical del conjunto vallecano, con los ‘Bukaneros’ a la cabeza, no le permitieron ni entrenar. Regresó al Betis donde se pasó en blanco el resto de la temporada. Al siguiente verano fue contratado por el Albacete club que lo ha renovado hasta el 2021.

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *