Neymar y Messi marcaron en la primera parte ante un flojo Ajax.
El Ajax fue el rival perfecto para el Barça en la semana del Clásico. Los azulgrana no encontraron apenas oposición para llevarse los tres puntos, volvieron a marcar Neymar y Messi, ambos recibieron el oportuno descanso por parte de Luis Enrique y la clasificación para los octavos de la Champions quedó encarrilada, a falta de luchar la primera plaza del grupo. Una noche plácida… y a pensar en el Real Madrid.
Una combinación entre Pedro, Messi y Neymar fue la mejor muestra de la superioridad azulgrana ante los holandeses. El argentino tocó para el canario, recibió de nuevo el balón, arrastró a toda la defensa y el brasileño, con su ya clásico remate con el interior, batió a Cillessen para hacer el primer gol cuando apenas se llevaba siete minutos de partido.
El Ajax es, sin duda, el equipo ideal para recibirle en tu estadio. No da patadas, defiende mal y pese a su calidad no tiene mordiente arriba. Todo ello hizo que el Barça dominara a placer y en cada acelerón creara una clara ocasión de gol.
El segundo llegó mediada la primera parte, cuando un gran pase de Iniesta lo recogió Messi en el corazón del área. El argentino chutó, Cillessen la tocó pero no fue suficiente para evitar el gol. La sensación era que el partido ya estaba totalmente finiquitado.
Era el momento de disfrutar, de coger sensaciones y confianza de cara al Clásico. El que más lo necesita, sin duda, es Pedro, pero el canario no está teniendo acierto en este inicio de campaña. Un gran pase de Messi le dejó solo ante el meta holandés, pero su disparo con la zurda se estrelló en el palo.
Para el recuerdo quedará una genialidad de Iniesta, que se fue de cuatro rivales pero cuando picó el balón Cillessen, esta vez sí, evitó el tercero.
El Ajax se animó a presionar tras el descanso, consciente de que había poco que perder, pero los holandeses no mostraron nada. Ni juego por bandas, ni entre líneas y menos aún a balón parado.
Pese a que el partido no estaba del todo cerrado, Luis Enrique empezó a pensar en el partido ante el Real Madrid. Quitó a Neymar y después a Messi cuando aún faltaban más de 25 minutos, una buena forma de dar descanso a sus dos estrellas y, de paso, zanjar la polémica sobre si se atrevía o no a cambiar al argentino.
Y de ahí al final, la nada. También sin Iniesta, el Barça se dedicó a dominar el partido y apenas un par de incursiones de Pedro y las ganas de Munir crearon algo de peligro. La cabeza estaba ya en el Bernabéu… y los holandeses lo aprovecharon para reducir diferencias en un balón suelto en el área que aprovechó El Ghazi en el minuto 87.
Tocaban, a priori, siete minutos (contando el descuento) de sufrimiento, pero los azulgrana se lo tomaron en serio, mantuvieron siempre el balón y en una contra perfecta Sandro finiquitó el choque en el tiempo añadido.