El pontífice pidió a un grupo de feligreses que rezaran por él.
El papa Francisco pidió a un grupo de feligreses, entre ellos numerosos ancianos, en la localidad de Ostia (centro de Italia) que recen por él porque, según confesó en tono jocoso, está «un poco mayor y un poco enfermo», aunque «no mucho».
«Doy las gracias al señor por que en esta comunidad se asista a ancianos y enfermos (…) Os agradezco lo que hacéis por los pobres de Dios y os pido que recéis por mí. Estoy un poco anciano y un poco enfermo, pero no mucho, ¿eh?», refirió.
El papa efectuó una visita pastoral a la parroquia de Santa Maria Regina Pacis, en Ostia, ciudad del litoral romano, donde presidió la misa dominical, pero antes de llegar al templo acudió al adyacente gimnasio de Stelle Marine para mantener un encuentro con ancianos, enfermos y grupo deportivos de la parroquia.
«Es bonito estar en este gimnasio donde juegan los niños y los jóvenes y donde hay ancianos, aquellos que tienen la sabiduría de la vida, la sabiduría del dolor, de la paciencia, una sabiduría de la que nosotros nos olvidamos mucho», señaló.
Antes de llegar a esta localidad y fuera del programa anunciado, el pontífice se detuvo en Luna Park, el parque de atracciones de Roma, para visitar a los feriantes y a un grupo de monjas seguidoras del beato y eremita francés Carlos de Foucauld que vive con ellos.