El presidente boliviano, Evo Morales, criticó el domingo a los izquierdistas que le pidieron dar una amnistía al militar boliviano que en 1967 capturó al guerrillero Ernesto Che Guevara, Gary Prado Salmón, enjuiciado junto a otras personas por terrorismo con supuestos fines secesionistas.
Las críticas de Morales, expresadas a través de la red social Twitter, estuvieron dirigidas hacia el exguerrillero Oswaldo ‘Chato’ Peredo y el exembajador de su Gobierno en Brasil, Jerjes Justiniano, personalidades de la izquierda de la ciudad de Santa Cruz, donde vive Prado Salmón, de 77 años.
“Jerjes del socialismo, Chato guerrillero y Sánchez Berzaín el zorro defienden a Gary Prado Gral. de dictadura, asesino del Che y separatista (sic)”, escribió Morales.
Carlos Sánchez Berzaín es un opositor boliviano que fue ministro del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) y huyó junto a él a EEUU en el 2003 tras la represión militar que dejó decenas de muertos en septiembre y octubre de ese año.
Morales y otras autoridades recurren con frecuencia a vincular a sus críticos con Sánchez Berzaín, mientras los aludidos rechazan ofendidos la existencia de este nexo.
Gary Prado Salmón dirigió el 8 de octubre de 1967 la patrulla que capturó al combatiente argentino-cubano en el sureste de Bolivia, donde fracasaron el revolucionario y su guerrilla.
El militar quedó paralizado de la cintura para abajo en 1981 cuando un disparo producto de una mala manipulación de armas de uno de sus camaradas le hirió en la columna.
El general está acusado de los supuestos delitos de terrorismo y alzamiento armado en un caso que lleva tratándose en la Justicia desde abril del 2009, cuando la Policía acabó con un grupo armado de extranjeros que supuestamente apoyaban a líderes autonomistas para buscar la secesión de Santa Cruz.
En una operación policial ejecutada entonces en un hotel cruceño murieron el boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa, el irlandés Michael Martin Dwyer y el rumano Árpád Magyarosi, y además fueron detenidos el húngaro Elöd Tóásó y el boliviano-croata Mario Tadic.
El Gobierno ha defendido siempre que el plan terrorista existió y que estuvo financiado por líderes autonomistas cruceños, mientras que estos replicaron que todo fue un montaje del Ejecutivo para perseguir a los políticos de Santa Cruz con el fin de anularlos.
Tóásó y Tadic aceptaron en el 2015 su condena de cinco años y diez meses por supuesto alzamiento armado y después fueron liberados.
Los fiscales involucraron en ese caso a decenas de líderes cruceños, entre ellos a Prado Salmón, que ha negado vínculos con el supuesto plan terrorista y secesionista.
La semana pasada, el hijo del militar, Gary Prado Arauz, alertó de que la salud de su padre está en riesgo porque a su condición de lisiado se sumó la aparición de abscesos que pueden derivar en úlceras debido al excesivo tiempo que pasa sentado en las audiencias para defenderse de la acusación de terrorismo.
Prado Arauz pidió que las autoridades, en consideración a la situación de discapacidad de su padre, le juzguen en un proceso separado del grupo global con decenas de imputados.