Hugh Grosvenor, el billonario más joven

Este aristócrata británico de 26 años con cara de niño posee un patrimonio de 1.500 propiedades en 60 países valorado en 10.000 millones de euros

Por Begoña Arce

Hugh Grosvenor representa bastantes menos años de los 26 que tiene. Aún posee un aire casi adolescente en el que es difícil reconocer al mayor terrateniente del Reino Unido. El fortunón familiar llegó a sus manos demasiado pronto. Apenas había cumplido un cuarto de siglo, cuando la muerte inesperada de Gerald, su padre, en el 2016, le convirtió en el hombre más rico del mundo con menos de 30 años, un récord que aún ostenta.

De la noche a la mañana, recibió el título de séptimo duque de Westminster y un patrimonio valorado en 10.000 millones de euros en bienes inmobiliarios. Es el amo de Mayfair y Belgravia, los barrios más caros de Londres. En total, sus posesiones suman más de 1.500 propiedades en 60 países.

La cartera del Grosvenor Group va de la reconstrucción del centro de Liverpool, a una torre residencial en Tokio, una isla cerca de Vancouver o fincas inmensas en Escocia o en España. ‘La Garganta’, en Ciudad Real, con más de 15.000 hectáreas, es la mayor reserva de caza de Europa, bien conocida de la realeza y la ‘jet set’ internacional.

Discreto

La prensa bautizó inmediatamente al nuevo duque como el soltero de oro, «con cara de niño», alguien muy discreto con su vida privada, de la que sigue sabiendo poco. Se crio entre sirvientes y pinturas de Rembrandt y Van Dyck en Eaton Hall, una mansión en Cheshire que parece un castillo francés. Cuando cumplió los 21 años, su padre tiró la casa por la ventana con una fiesta para 800 invitados, que costó unos 6 millones de euros y dio que hablar por primera vez del heredero.

Muy ligado a la familia real, ‘Hughie’, como le llaman los amigos, es padrino de Jorge, el hijo mayor del príncipe Guillermo y Catalina. Una de sus últimas apariciones en público fue precisamente en la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle, en Windsor. El duque tiene una novia intermitente, Harriet Tomlinson, hija de un fabricante de cortinas, a la que conoce desde el internado de Ellesmere College, la escuela a la que fueron juntos. La relación dura ya 10 años, pero no se habla de boda.

Licenciado en gestión

Como futuro latifundista, el billonario se licenció en gestión de propiedades, aunque por el momento ha preferido dejar la dirección del imperio familiar al grupo de profesionales que trabajó con su padre. Él ha continuado con la vida que llevaba, acudiendo al despacho de ‘bio-bean’ en Londres, una firma fundada en el 2013, que trasforma los residuos del café en biocombustible.

La herencia del duque de Westminster suscitó cierta polémica. La prensa acusó a la familia de haber montado un sistema de fundaciones (‘trust’), para evitar pagar el mayor impuesto de sucesiones de la historia. Algunos de los bienes aparecieron además en paraísos fiscales citados en los papeles de Panamá. Que Hugh Grosvenor sea el beneficiario del ducado también resulta anacrónico. El heredero tiene dos hermanas más mayores que él, Tamara y Edwina, pero en la era #MeToo, la prioridad en la trasmisión de título y patrimonio sigue recayendo por ley en los hijos varones.

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