Raúl de Molina responde a sus críticos: ‘Si no le gustan las fotos que pongo, no las vea’

Acostumbrado a responder los mensajes de sus seguidores en las redes sociales, Raúl de Molina aprovechó las cámaras de El Gordo y la Flaca para hablar acerca de una publicación que hizo en su Instagram, la cual recibió todo tipo de comentarios por parte de sus fanáticos.

La imagen –en la que también aparece su hija Mía –tuvo algunos mensajes negativos, en los que criticaban la alimentación del conductor y además, manifestaban su preocupación por la figura de Mía.

© Mezcalent.com

El pasado fin de semana, Raúl de Molina acudió con su familia a un restaurante llamado Three Wynwood y como es usual en él, tomó una fotografía de los platillos que degustaron. La publicación, la cual estaba formada por un collage, hay varios platos de comida y en una de ellos aparece Raúl con su hija, ambos muy sonrientes. El presentador de 59 años acompañó la postal con siguiente descripción, en la que dejaba ver que es todo un foodie. “Increíble brunch en Three Wynwood esta tarde. Frita burguer, huevos rancheros estilo Miami, huevos estrellados y un bagel. Fue realmente bueno”.

En la emisión del programa que conduce al lado de Lili Estefan, el conductor hizo referencia a los comentarios de algunas personas en su perfil. “El domingo fui a un lugar espectacular donde me he comido –que nunca me lo como –una hamburguesa o como le dicen, una frita cubana. Han salido cuatro personas a decirme: ‘¡Qué gordo estás… es que tu hija!’. Señores, mi hija pesa 115 libras y mide 5′ 6», así que más flaca no puede estar”.

Raúl dijo que algunas personas no paraban de decir que si Mía seguía así, iba a ganar peso. “’Se va a poner como tú’, decían… Señora si no le gustan las fotos de comida que yo pongo, no las vea. Seguro que usted está comiendo comida más grasosa”. Además de eso, Raúl habló acerca de su estado de salud y reveló que sus niveles de colesterol están por debajo de lo que deberían estar, demostrando que de vez en cuando puede darse esos placeres culinarios. “Mi colesterol está en 150, aunque estoy gordo y tiene que estar en 200”.

Reconoció que entre esos comentarios negativos, también hubo reacciones positivas de personas que le comentaban que, en su próxima visita a Miami pasarían por una frita burguer.

A principios de este año, el conductor tomó la decisión de internarse en el Pritikin Center, una clínica de nutrición en Miami, en la que estuvo ingresado por tres semanas con el objetivo de perder 40 libras de peso.

A través de su programa, Raúl compartió con los televidentes su progreso y luego de varios días en los que aprendió alimentarse mejor e hizo nuevas rutinas de ejercicios, Raúl salió airoso del centro y reveló que había cumplido su meta. En este importante capítulo de su vida, contó con el apoyo de su esposa, Millie, y de la hija de ambos, Mía.

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