España cae ante Francia en cuartos

Inesperada derrota de España ante Francia en cuartos de final (65-52).

Tras dominar partido tras partido desde el inicio hasta el final, por fin llegó el mal arranque de la selección española. Era algo que tenía que suceder tarde o temprano y fue el equipo galo el que supuso contener los habituales comienzos arrolladores del equipo anfitrión, que tardó más de tres minutos en anotar su primera canasta.

A una agresiva defensa, Francia encontró la forma de hacer daño en ataque: con lanzamientos exteriores de sus interiores. Tres triples casi consecutivos (dos de un gran Diaw) hicieron que los galos cogieran una primera ventaja importante (11-2) ante el desconcierto español.

Pau Gasol lo intentó, pero era evidente que no estaba al 100%, y sin su influencia en ataque todo el equipo pareció contagiarse de ese mal momento. Tuvo que ser Navarro el que cogiera las riendas y a base de esfuerzo defensivo España logró marcharse al final del primer cuarto con igualdad en el marcador (15-15).

Las malas sensaciones de los de Orenga continuaron en el arranque del segundo cuarto, y se repitieron los tres minutos sin anotar. Francia estaba cómoda, desbordaba con sus continuos pases y penetraciones y, sobre todo, frenaba a una desconocida España.

Un par de canastas de Pau y dos más de Calderón lograron frenar un nuevo arreón galo, pero los siete puntos de ventaja con los que los de Collet se marcharon al descanso (28-35) eran justo reflejo de lo que estaba sucediendo en la cancha.

Mentalización. Conjura. Algo pasó en el vestuario en el descanso. La agresividad con la que salió el equipo español no tuvo nada que ver con el equipo timorato de la primera parte. A falta de acierto, morder en defensa. Si no entran los tiros, a por el rebote como lobos. Un parcial de 0-6 acerco a España, y cinco puntos seguidos de Navarro igualaron el choque. La tensión era evidente y el partido se puso brusco. Llull se llevó un empujón de Pietrus, Collet una técnica por protestar. Era una batalla en toda regla.

Un alley oop del Chacho para Rudy y un tremendo tapón de Pau cerraron un cuarto en el que España había logrado lo más difícil, acabarlo por delante (42-43).

Pero la agresiva defensa gala volvió a asfixiar el ataque de los de Orenga en el último cuarto. Solo dos puntos en casi seis minutos define a la perfección el atasco español, incapaz de leer bien cómo hacer daño a su rival. Solo Pau Gasol era capaz de hacer daño. Marc estaba desaparecido y el tiro exterior fue, de nuevo, una lacra.

Francia anotó con cuentagotas, pero aumentaba la distancia en cada momento hasta llegar a ponerse 10 arriba en el minuto final. No dio la opción a España ni a la heroica. La debacle se consumó. Y Madrid despidió a la selección al grito de ‘Orenga dimisión’. «No hemos preparado bien el partido», indicó espontáneamente Juan Carlos Navarro a pie de pista ante las cámaras de televisión.

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