La concesión en breve de un «permiso especial» a Anthony Joshua para elegir su próximo oponente por parte de la Asociación Mundial (AMB) y la promesa de regresar al ring hecha por Wladimir Klitschko parecen confabularse para complicar las opciones de Luis Ortiz de pelear por un título del mundo.
Por Jorge Ebro
Una fuente muy cercana a la AMB confirmó a El Nuevo Herald que el alto mando del organismo había accedido a permitir que Joshua elija su próximo rival a conveniencia, que a todas luces sería Tyson Fury.
«Esta decisión se haría pública en los próximos días, pero ya es un hecho», expresó la fuente. «¿Cómo le pueden decir que no a un hombre que se ha convertido en súper estrella? Además, es algo que está en los reglamentos de la AMB. No se viola ningún principio».
La AMB siempre ha establecido que Ortiz era el retador obligatorio contra el ganador entre Klitschko y Joshua, algo que el campamento del gigante de Camaguey esperan que3 sea cumplido al pie de la letra.
Pero su hoja de ruta hacia una pelea de título mundial sería retrasada peligrosamente debido a esta nueva cita contra Fury y todavía más si Klitschko, quien confirmó en un Tweet su regreso a los cuadriláteros, ejerce su derecho por contrato a una revancha ante su vencedor el 29 de abril.
Una persona que estuvo en la cartelera efectuada el pasado sábado en el Wembley Stadium reveló que en toda Inglaterra no se habla de otra cosa que de este potencial choque entre Joshua y Fury.
Aunque el gitano vencedor de Klitschko se alejó del ring por problemas personales, todavía conserva legiones de seguidores en el Reino Unido, es muy conocido en Europa y Estados Unidos, y sería un agente de ventas de Pago Por Ver perfecto por su carisma innegable.
De igual manera, una segunda entrega entre el ucraniano y Joshua volvería a reventar la taquilla del estadio más emblemático de la capital inglesa, o donde quieran celebrarla, y se convertiría en otro maná financiero.
No todo está perdido para Ortiz, quien cuenta de su lado con un consejero poderoso como Al Haymon, un hombre capaz de mover hilos en el boxeo y quien posee en su establo a un campeón mundial pesado como Deontay Wilder.
Pero lo que parecía un hecho seguro hace unas semanas atrás, se muestra ahora como un cristal empañado por la duda generada en las oficinas de la AMB.