Treinta años después de sus inicios, la banda mexicana Maná (Fher, Álex, Juan y Sergio) no tiene más que sacar el sencillo de su nuevo disco (tras cuatro años de silencio) para colocarse en el número 1 de iTunes en 68 países, uno de ellos: España, otro: EE UU. El dueto con Shakira, Mi verdad, primera vez que hacen uno con una mujer, subió hasta la primera posición de manera inmediata.
Y aún les llama la atención tras bombazos como Rayando el sol, Te lloré un río, En el muelle de San Blas, Labios compartidos o Amor clandestino: «Nos sorprendió, de verdad, nadie te asegura nada, ni aunque lleves treinta años».
Nuevo trabajo (el anterior fue Drama y luz) y nuevo rumbo, porque Cama incendiada, mateniendo el tono y estilo de Maná, que 30 años no se borran aunque se quiera, suena más «arriba» (en sus propias palabras), más latino. Acaso como anuncia el título con más fuego.
Adicto a tu amor es una de sus nuevas canciones. Aparte de a «ese amor», ¿a qué son adictos ustedes?
A la adrenalina, a pasarlo bien. Este nuevo CD demuestra que estamos mucho más ‘para arriba’. Es mucho menos oscuro que el pasado, en el que hubo desgracias y cosas que nos llevaron a hacer un trabajo más oscuro. Éste es para bailar y pasarlo bien. Es un poco diferente y uno nunca sabe, así que fue una sorpresa que se colocara en el número 1 de iTunes.
¿Sorprendidos a estas alturas?
Nada es seguro. En el pasado nos ha ido bien, pero eso no asegura nada. Nuestro trabajo es honesto y de una gran calidad, pero nunca se sabe.
Precisamente la honestidad, que resulten tan de verdad, con letras que parece que hablan directamente de ustedes, ¿es la clave de Maná?
Conectar con la gente es clave y para eso creo que ayuda mucho la manera tan natural de escribir las letras. En este trabajo la gente se sorprenderá: sólo hay dos baladas, el resto es muy ‘para arriba’.
¿Por qué tan «para arriba»?
Porque en el anterior las tragedias lo tiñeron todo. Y teníamos ganas de hacerlo asi, queríamos escuchar a Maná otra vez sonando en los antros. También tenemos un nuevo productor y hemos salido de la zona de confort. Nuevas ideas, más ritmos latinos. Otras cosas…
¿No perderán su sentido crítico y compromiso (no en sus canciones sin o en su habitual postura) con tanto ir «para arriba»?
Seguimos siendo críticos. Por mucho productor nuevo que tengamos, la última palabra es siempre nuestra. Este es un Maná que se siente con nueva energía.
Sí, pero ¿social y políticamente mantendrán sus posiciones?
Siempre hemos hablado de política abiertamente y lo mantenemos.
¿Y qué es lo que más le preocupa a Maná en este sentido?
Que haya un México con menos delincuencia y pobreza y más salud. Lo decimos, aunque no seamos políticos…
Pero sí son un altavoz…
Hemos criticado y denunciado siempre que hemos podido y gracias a los medios que lo han recogido. Pero la sociedad civil, no sólo nosotros, ya tiene armas y poder para quejarse y salir a la calle. Es una responsabilidad de toda la sociedad civil hacerlo: salir y quejarnos.
¿Y como sociedad estamos a la altura en ese sentido?
Sí, lo peor es quedarse callados, y no está siendo así. En España se salió a protestar y a mostrar la queja. Es muy importante que la gente no se quede callada. La gente tiene el poder. Y los políticos ya no pueden seguir escondiéndose. Y lo saben.
¿Qué canción de Cama incendiada recomendarían a los políticos?
Queremos llegar a todas las clases sociales y religiones, no somos elitistas, somos populares, y lo increíble es haber llegado a tanta gente. Muy pocas bandas de rock cumplen treinta años como nosotros cumplimos este año.
Sí, pero ¿una canción para la clase política? ¿Mi verdad quizá?, por aquello de la verdad…
Sí. Esa canción se la puedes cantar a cualquier persona. El mundo está lleno de mentiras y engaños y el único oasis es la familia: esa es la verdad. Y esta canción dice la verdad. Vivimos en un mundo muy complejo, pero hay luz al final del camino.
No ha habido hueco en su ya largo camino para la música que no sea… ¿visceral?
La música nos sale de los testículos, del corazón, del alma, del cerebro… Y la sociedad necesita música, el mundo necesita música. No somos de criticar otros géneros, pero…
¿Cómo llaman a la música que no sale de como dicen «los testículos»?
Hay gustos para todo. Hay gente a la que no le gusta el vino y uno se pregunta ¿pero cómo?; hay gente a la que no le gusta Camarón o Paco de Lucía y uno se pregunta ¿pero cómo?; y hay gente a la que le gusta One Direction y uno se pregunta ¿pero cómo?
¿Y cómo incendian ustedes las camas? Ya que titulan así el disco… Incluso ¿qué cama incendiarían?
Hemos dejado muchas camas en cenizas en hoteles de todo el mundo. Y la cama se presta para muchas cosas… Se han escrito grandes cosas en la cama. La pena es que la sociedad más joven ya no escucha como antes, los jóvenes no terminan de escuchar una canción. Les pediría que escucharan nuestro trabajo sin prisa.
¿Imposible disfrutar con estas prisas?
Las cosas se tienen que visitar y apreciar. No está mal recalcar que hay que tomarse tiempo.
Y ahora que ya llevan tanto tiempo en esto, y volviendo al disco, a la canción Telaraña, ¿en qué telaraña no ha caído ni caerá Maná?
Nunca hemos sido ni seremos un grupo manipulado y hemos sido siempre honestos. Si un día no nos gusta lo que hacemos, lo dejaremos. Igual terminamos siendo los Rolling latinos. Habrá Maná durante mucho tiempo: nos gusta mucho esto, y los directos… España es uno de nuestros países favoritos.
¿Por qué?
Porque es un público muy apasionado y también muy crítico. Y cantan muy afinados. Y encima culturalmente nos encanta, sus vinos, su comida…
¿Las mujeres?
Claro, es parte de la cultura. Son guapísimas las mujeres españolas. Olé su gracia.